Cine, política y trivial
Red Liberal es un agregador de bitácoras que carece de línea editorial. Cada cual es dueño absoluto de lo que pone en su bitácora. Por ello, y porque el liberalismo es de naturaleza abierta, encontrareis allí diversidad de opiniones y a veces enfrentamientos abiertos. Santiago Navajas está entre los compañeros con los que más suelo coincidir. Por ejemplo, el domingo pasado citaba a Vargas Llosa, como yo el día anterior, en su caso en defensa de la modificación del Código Civil que permitirá el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En la última entrada de su blog “Cine y Política” nos descubre un Trivial de cine. Hacer unos test me inspiró una reflexión liberal que quiero compartir. Se trata de las subvenciones a la industria del cine. Dos argumentos se suelen aducir en su defensa:
· Argumento económico: Puesto que la industria americana de cine es poderosa, la industria nacional debe ser apoyada para ayudarla a competir.
Lo primero que se me ocurre es que, por mucho que se la apoye, el cine nacional no podrá competir de igual a igual en términos económicos con el “usamericano” (que diría “Teófilo el necrófilo”). Pero el presupuesto es sólo un factor de cara al éxito de una película, y no el más importante si lo que buscamos es calidad. Por otro lado, siguiendo la misma lógica deberíamos subvencionar masivamente a todos los sectores productivos que no sean punteros a nivel internacional. ¿No estaría este dinero mucho mejor invertido en investigación o en fines sociales? Es más, ¿es legítimo quitar dinero al contribuyente para invertirlo en cine?
Sin embargo, “no hay mejor cuña que la de la misma madera” y el argumento definitivo es el puramente económico. Las subvenciones, como toda forma de intervencionismo económico, arruinan la competencia y distorsionan el mercado. El resultado es que al talento le cuesta más abrirse camino y la industria no se desarrolla. La prueba es que tras décadas de cine europeo subvencionado en ningún país el cine local es capaz de competir con el cine imperialista yankee no subvencionado.
· Argumento cultural: Es lo que los franceses han llamado “excepción cultural”. Lo audiovisual es un elemento de primer orden en la forja de la cultura moderna. Por tanto, en defensa de la cultura nacional, el cine ha de ser apoyado.

Al final, alguien tienen que decidir qué película se subvenciona y cual no y en qué cantidades. Y sólo los que crean en el ratoncito Pérez no estarán de acuerdo en que esta otorga de dádivas lleva irremediablemente al clientelismo político. Nuevamente me pregunto, ¿es legítimo quitar dinero a la gente para esto?