Los gestores que nos merecemos

No hay muchos ciudadanos que conjuguen cierto mérito intelectual con una ética comprometida y estén dispuestos a enfangarse en el lamentable ambiente político que padecemos. La falta de gobernantes de valía se hace más patente en la gestión municipal y el minifundismo administrativo de Galicia agrava al máximo el problema.

Anoche escribí en La Taberna una entrada sobre la morosidad de los ayuntamientos. He tenido la curiosidad de comprobar los datos de los municipios gallegos y llama poderosamente la atención que sólo dos concellos concentren el 95% de la deuda de toda Galicia.

Moaña y Ponteareas han tenido una vida municipal bastante turbulenta en las últimas legislaturas. No tengo información para estimar culpabilidades que seguramente haya que buscar en gestiones pasadas, pero los vecinos de esas localidades harían bien en denunciar la circunstancia y exigir responsabilidades. Así se dignifica y se prestigia la función pública.

Los ciudadanos tenemos que implicarnos. No debemos conformarnos con el “pan y circo” que nos ofrecen los oligarcas con carnet de partido. Paradójicamente el nivel de vida que el inseparable dúo democracia-capitalismo ha brindado a las sociedades modernas no estimula la participación ciudadana. Por esta razón y como explica Hoppe, con frecuencia son gente mediocre los que llegan al poder.

No conviene olvidar que cada pueblo tiene los gobernantes que se merece.

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