Pan y circo
Gari Kasparov, probablemente el mejor jugador de todos los tiempos, acaba de retirarse del ajedrez de competición, justo tras [volver a] ganar el torneo de Linares, que algunos llaman “el Wimbledon del ajedrez”.
Se retira siendo todavía el mejor, por motivos que puedes encontrar aquí (inglés) o aquí (cristiano), pero lo que le ha decidido al final es la política. Gari lleva años participando activamente en la vida política rusa. Podríamos decir que desde los famosos duelos con su archirrival, el prosoviético Anatoly Karpov, en los años 80.
Kasparov considerá el interés por la política “un deber de toda persona de bien”. Lo dice pensando en la joven y endeble democracia rusa, pero creo que hasta cierto punto es ampliable a cualquier situación. Eso es lo que me lleva a abrir esta bitácora.
Mi amigo Nachete y yo hablamos con cierta frecuencia de temas políticos. Para que nos pongáis una etiqueta rápida, él es de izquierdas y yo de derechas, aunque sobre esta clasificación habría mucho que decir. Nuestras conversaciones suelen terminar derivando hacia temas en los que siempre estamos de acuerdo y que sintetizaré así: crítica al sectarismo político.
Durante un tiempo pensé en proponerle hacer un blog a medias, algo así como poner por escrito nuestras conversaciones, o dar una visión plural de las cosas. Después pensé que él apenas habla de estos temas en su “Pan, circo y boogie movie” (cuyo título inspiró el mío) y que posiblemente no le apetezca. Así que de momento voy por libre.
Políticamente me defino como liberal, pero mi intención no es (solamente) comentar la actualidad desde ese punto de vista. Eso ya lo hacen muy bien otros. Mi intención es poner mi granito de arena para hacer progresar la democracia. Como ya desarrollaré en otras anotaciones, creo que el actual sistema representativo de partidos políticos está en la raíz de muchos de los problemas de las sociedades modernas. Creo que, para que la democracia merezca tal nombre, todos debemos involucrarnos. Si no, como explicaría Aristóteles, degenera en demagogia u oligarquía.
No seas acomodaticio y participa. No te conformes con pan y circo.
1 Comments:
¿Yo de izquierdas? Bueno, para qué negarlo. Aunque me gusta considerarme librepensador, ya que procuro huir de cualquier tipo de dogmatismo. ¿Por ser más o menos izquierdista tengo que considerar que Cuba no es una dictadura, sino una romántica revolución socialista? Pues no. ¿Tengo que pensar que EEUU e Israel son unos malos muy malos? Pues tampoco.
El sectarismo, como tú lo llamas, también existe entre la derecha, pero me siento más autorizado a criticar a los que, en teoría, comparten mis ideas. Falta mucha autocrítica. O eso, o sobra vagancia y queremos que piensen por nosotros.
Publicar un comentario
<< Home